Los detalles de la inesperada escapada del Rey Felipe, sin Letizia, a su ‘piso de soltero’

Los fines de semana de invierno había una cita ineludible para la Familia Real: sus escapadas al Valle de Arán para practicar el esquí, uno de los deportes preferidos tanto de Don Juan Carlos como Doña Sofía, afición que contagiaron a sus hijos las Infantas Elena y Cristina y el entonces Príncipe Felipe.

La tradición familiar se cortaba de raíz con la llegada de Letizia Ortiz a la Casa Real, la Reina tiene cierta animadversión al deporte blanco y la tradición no se ha perpetuado porque ni la Princesa Leonor y la Infanta Sofía, al igual que su madre, son adictas a la nieve.

El Rey Felipe VI mantiene, sin embargo, la afición. Si bien, estos últimos años no ha sido tan asiduo a la estación invernal de Baqueira Beret, lugar dónde se le echa de menos porque no deja de ser un foco de atracción y promoción extraordinaria para zona.

Después de un año de ausencia, Don Felipe ha pasado todo el fin de semana en Baqueira con un grupo de amigos, “de los de toda la vida”, explican a ESdiario fuentes próximas a La Zarzuela. Felipe VI aprovechaba el buen tiempo, y el buen estado de las pistas, para practicar el esquí.

Por la noche ha cenado con los amigos y la discreción ha sido la nota que ha caracterizado a esta escapada que el Rey ha hecho, una vez más, sin la Reina Letizia. El monarca a comenzó su jornada muy temprano, ya que se le vio haciendo cola en el telecabina como cualquier esquiador más a primera hora de la mañana. Cuando fue su turno, accedía a la zona de control de remontas y se subía en una de las cabinas con el resto de deportistas, tal y como ha informado Lecturas.

Según han comentado algunos testigos, el Rey Felipe e iba ataviado con un uniforme de nieve de la marca Descente y sujetaba sus esquís de Elan con la mano. A pesar de ir con cascos y gafas de nieve, su altura y porte lo ha hecho reconocible para el resto de los esquiadores.

Otra de las incógnitas es dónde se ha alojado el Rey, pero todo apunta a que lo ha hecho en la Pleta, una lujosa y discreta urbanización donde la Familia Real posee una casa.

La propiedad en cuestión está ubicada en una exclusiva urbanización muy cercana a la pista central de Baqueira Beret. Es una residencia de montaña de 200 metros cuadrados distribuidos en tres alturas, característica por su imponente estructura de piedra y sus impresionantes vistas a la montaña.

Para entender quién tiene la propiedad de esta vivienda, nos tenemos que remontar al año 1984 cuando esta casa fue cedida al entonces Rey Juan Carlos con el objetivo de facilitar un lugar para que la Familia Real pasara sus vacaciones de invierno con cierta privacidad. “Fue una gentileza para que pudieran disfrutar de un lugar acogedor donde se encontraran como en su propia casa”, explicó el director de la estación de esquí en ese entonces.

Desde entonces, es Casa Real quien gestiona la estancia de los miembros de la Familia Real allí. Y es que no es solo don Felipe quien disfruta de su casa en la nieve. A lo largo de los años, sus hermanas, las Infantas Elena y Cristina y sus sobrinos también han pasado por ahí. Incluso Iñaki Urdangarin, tal y como les contábamos en su día en ESdiario.

La casa es de estilo rural. La madera es la gran protagonista de una decoración de inspiración rústica en la que una enorme chimenea preside el salón, tal y como recoge la revista Lecturas.