ESQUÍ HASTA EL 21 DE ABRIL
Cauterets: montaña, aguas termales y belleza arquitectónica
Cauterets enamora con su elegancia arquitectónica, su entorno salvaje y su legado termal. Este pequeño pueblo de los Pirineos franceses, que alcanzó su esplendor en la Belle Époque, permite esquiar hasta bien entrada la primavera y disfrutar de sus paisajes y sus aguas curativas en cualquier época del año.

Cirque du Lys, Cauterets
Enclavado en el corazón de los Pirineos franceses, Cauterets es un destino que combina el encanto de una villa termal con la majestuosidad de un paisaje de montaña. Su historia ligada al termalismo, su arquitectura decimonónica y su entorno natural hacen de este lugar una elección ideal para quienes buscan relajación y aventura en un mismo viaje. Este rincón de los Altos Pirineos ha sabido preservar su patrimonio histórico sin perder dinamismo, ofreciendo una experiencia que fusiona cultura, deporte y bienestar en plena naturaleza.
Impresiona pasear por este municipio pirenaico, que en su día fue uno de los destinos termales más prestigiosos de Europa, atrayendo a quienes buscaban los beneficios medicinales de sus aguas, y que hoy seduce a los amantes de la montaña con el agua en otro estado: la nieve
Cauterets es un destino muy apreciado por franceses y españoles apasionados por la montaña, que lo visitan durante todo el año. En invierno y primavera, se convierte en un referente del esquí en los Pirineos, mientras que el resto del año es un punto de partida ideal para rutas de senderismo y montañismo. Este encantador pueblo ofrece dos grandes escenarios para disfrutar de la naturaleza: la estación de esquí Cauterets-Le Lys y el Parque Nacional de los Pirineos, con el icónico Pont d’Espagne y el Valle del Marcadau.

Algunos de los edificios que salpican este encantador municipio.
El esplendor arquitectónico de la Belle Époque en Cauterets
Uno de sus espacios más emblemáticos es la Explanada de los Huevos, epicentro social desde 1864. Allí se celebraban conciertos y eventos en su kiosco de música y la galería comercial de estilo Eiffel, trasladada desde la Exposición Universal de París de 1900. Su peculiar nombre proviene del olor a azufre de las aguas termales que alimentaban los antiguos baños, hoy convertidos en cine.
En el Boulevard Latapie Flurin destacan edificios como el Hôtel d'Angleterre (1878), hoy una residencia privada que conserva su grandeza, o el Grand Hôtel Continental, inspirado en un palacio italiano y adornado con cariátides. Aunque hoy alberga apartamentos, sigue siendo un icono local. También se alza el antiguo Casino Club, que fuera epicentro del entretenimiento y que hoy es la Résidence du Lys.
Otro símbolo de la Belle Époque es la Gare de Cauterets, inaugurada en 1898 como réplica del pabellón noruego de la Exposición Universal de 1889. Su estructura de madera y su reloj original, aún en funcionamiento, la convierten en un testimonio único. Declarada monumento histórico en 1981, ha sido reconvertida en oficinas y teatro.
Este patrimonio arquitectónico es testigo del paso de personajes ilustres, desde reyes como Alfonso XIII y Eduardo VII, figuras políticas como Léon Blum y pioneros como Louis Blériot, célebre aviador, hasta artistas como Édouard Degas, Sarah Bernhardt y Maurice Chevalier y escritores como Victor Hugo y George Sand, que encontraron en este municipio su inspiración.

Imágenes de la estación Cauterets-Le Lys
Cauterets-Le Lys, la estación de esquí que abre en primavera
Más allá del esquí alpino, la estación cuenta con áreas dedicadas al snowboard y al freestyle, con snowparks adaptados a distintos niveles. Quienes buscan alternativas pueden optar por el esquí de travesía, excursiones con raquetas de nieve en rutas señalizadas o paseos en trineo, perfectos para familias. Y cuando la nieve se retira, la estación sigue viva, transformándose en un paraíso para senderistas, ciclistas de montaña y quienes simplemente buscan perderse en la inmensidad de sus paisajes.

Pont d’Espagne y alrededores, ideal para cualquier estación del año
Pont d’Espagne y el Valle del Marcadau, la puerta al Parque Nacional
Desde el Pont d’Espagne, se puede recorrer el Valle del Marcadau, un paisaje de alta montaña con bosques de pinos, ríos cristalinos, cascadas y cumbres nevadas. Con un telecabina de diseño clásico, se puede hacer el primer tramo hasta casi llegar al Refugio du Clot, a más de1.500 metros de altitud. Para los más aventureros, la ruta hasta el Refugio des Oulettes y el lago de Gaube brinda vistas impresionantes del glaciar del Vignemale, el pico más alto de los Pirineos franceses.
En invierno, esta zona es ideal para excursiones con raquetas de nieve o esquí de fondo, mientras que en verano se transforma en un paraíso para el senderismo y el trail running. La fauna local, con marmotas y rebecos, añade un atractivo especial a la experiencia.
Durante los meses más cálidos, las rutas de senderismo llevan a lugares de ensueño como los lagos de Arratille y Cambalès o el Refugio Wallon, situado a unos 9 kilómetros y con un desnivel moderado, lo que lo hace accesible para senderistas con una condición física media. El valle, cuyo nombre deriva del occitano mercadau, recuerda los antiguos mercados de intercambio entre Francia y España.
Cauterets es un refugio para el alma en cualquier época del año, donde la historia, la naturaleza y el bienestar se entrelazan en un escenario de ensueño.

Les Bains du Rocher, un oasis de bienestar en Cauterets
El termalismo: la esencia de Cauterets a lo largo de los siglos
En la actualidad, Cauterets continúa su tradición termal con instalaciones modernas como Les Bains du Rocher. Este balneario ofrece piscinas a diferentes temperaturas interiores y baños de vapor, así como otra gran piscina exterior de agua caliente con zona de burbujas y vistas espectaculares a la montaña. Con un diseño que combina piedra y cristal, este spa permite relajarse al aire libre incluso en pleno invierno, con la nieve cubriendo los alrededores. Sus tratamientos incluyen envolturas de fango, masajes relajantes y circuitos de hidroterapia que ayudan a aliviar dolores musculares y mejorar la circulación sanguínea. Después de un día de senderismo o esquí, sumergirse en estas aguas es un placer incomparable.

De izquierda a derecha: tabla de embutidos y quesos del Ski Bar, Foie gras mi-cuit y magret de pato en el Ferme de Basque y codillo de cerdo de Refuge de la Raillère.
Guía práctica: cómo llegar, dónde dormir y gastronomía pirenaica
En cuanto al alojamiento, la oferta es variada, desde acogedores chalets de montaña hasta hoteles con spa. Una gran opción es el Hotel Astérides-Sacca, ubicado en el famoso Boulevard Latapie Flurin, junto al antiguo Hôtel d'Angleterre y con vistas privilegiadas al telecabina que sube a la estación de esquí. El Hotel Le Lion d’Or, situado frente a los baños termales de Cauterets y muy cerca de telecabina, ofrece una estancia cómoda y relajante, perfecta para quienes buscan combinar bienestar y montaña. Si lo que buscas un ambiente acogedor y familiar y una ubicación privilegiada, tu mejor opción es el Hotel Le Bois Joli, en el centro del pueblo.
La cocina de Cauterets seduce con los sabores auténticos de la montaña. Entre sus especialidades destacan la garbure, una sopa tradicional a base de verduras y carne, y el cerdo negro de Bigorre, una joya gastronómica de la región. Los restaurantes locales ofrecen también excelentes platos de caza y quesos de la zona, perfectos para recuperar energías tras un día de excursión. Y en los mercados de la villa se pueden encontrar productos como la miel de alta montaña, la charcutería artesanal y vinos del suroeste de Francia.
Si buscas una comida informal en un ambiente acogedor, el Ski Bar, ubicado en el centro del pueblo junto a la oficina de información, es una buena opción. Gestionado por Amber y Mathias, que también dirigen el hotel Le Bois Joli, este local ofrece almuerzos sencillos al mediodía, tablas de embutidos y quesos por la tarde, y deliciosos crêpes y postres en cualquier momento.
Si prefieres una experiencia con vistas inmejorables a Cauterets, el restaurante Ferme de Basque, un restaurante de montaña ubicado en un antiguo granero, hoy gestionado por Aurélien y con Lou en la cocina, es la elección ideal. Con una tradición familiar que se remonta a tres generaciones, este establecimiento ofrece platos elaborados con productos locales en un ambiente auténtico y acogedor. Puedes también llevarte conservas caseras, embutidos locales y productos regionales, para seguir degustando en casa todos estos productos gourmet.
Por último, si tu plan incluye una visita al Pont d’Espagne, merece la pena hacer una parada en el camino. Te recomendamos el Refuge de la Raillère, donde el codillo de cerdo es la estrella. Macerado durante 24 horas en cerveza y asado lentamente durante otras cuatro, consigue una textura tierna que se deshace en la boca.
Ya sea flotando en las cálidas aguas termales mientras la nieve cubre los tejados, esquiando con vistas a las cumbres pirenaicas o recorriendo senderos entre cascadas y lagos de alta montaña, Cauterets ofrece un viaje donde cada instante se vive con intensidad. Su arquitectura nos transporta a otra época, sus paisajes nos conectan con la naturaleza en su estado más puro, y su gastronomía nos envuelve con los sabores de la tradición. Más que un destino, es un refugio para los sentidos, un lugar donde el tiempo parece detenerse para que cada experiencia se disfrute sin prisas, en cualquier estación del año.
Para más información sobre esta estación, te recomendamos visitar la web oficial de Cauterets y su ficha técnica publicada en el portal especializado para los amantes de la nieve I love ski.