El reloj de Sol se para y Sánchez lo celebra

Lo del rearme, si eso, Pedro Sánchez nos dirá algo ya por junio. Ahora no toca. Nuestro presidente anda preocupado por otras cosas. Le han dicho sus expertos que para mejorar la Defensa, necesitamos comprar drones “kamikaze”. La idea le fascina. Por supuesto, quiere que le lleven el primero a La Moncloa. Eso sí, antes María Jesús Montero debe arreglárselas para que el dinero, para tener esta avanzada arma, compute como gasto del escudo social. “Si es escudo, se trata de seguridad”, le ha dicho a su jefa de Hacienda. 

Entramos en la fase de convencer a la Unión Europea. Que es más tozuda que su ministra. Si el presidente lo consigue, cuadrará, aún a martillazos, lo de invertir en el Ejército sin tocar el Estado de Bienestar, a lo que se ha comprometido en el Congreso con sus socios parlamentarios. En ello está. De momento, ya tiene grandilocuente título para esta serie: “Plan Nacional para el Desarrollo e Impulso de la Tecnología y la Industria de la Seguridad y la Defensa española”. Ande o no ande burro grande.

Este miércoles parlamentario no le salió al mandamás del PSOE como le gusta. Además de Alberto Núñez Feijóo y Santiago Abascal, opositores lógicos, Sumar, Esquerra, Junts, Bildu y Podemos, sus coaligados y aliados preferentes, corrieron por la tribuna en una competición para ver quién decía un NO más grande a Sánchez y sus planes. Al presidente, salvo su propio partido, solo le queda como “pagafantas” el PNV. Soledad absoluta. Así que cuando se montó en su coche y escuchó por la radio que el reloj de la Puerta del Sol se ha parado para revisarlo, fue la única buena noticia que le dieron en su día aciago.

A.M. BEAUMONT