Paco Marhuenda, un español insigne

El director del periódico La Razón, Francisco Marhuenda
“Sin perdón”, así se encabeza la columna diaria (siete días por semana) de Paco Marhuenda en La Razón. Reitero lo de siete, porque no tiene descansos. Es una lectura imprescindible para mí y muchos otros, por supuesto.
Hace muchos años que conozco a Marhuenda. Presumo de ser su amigo. Siempre me ha llamado la atención su sentido del respeto y lealtad. También lo combativo que es para defender sus ideas sin caer en dogmatismos ni seguidismos: no sigue guiones, son sus opiniones libres las que marcan los rumbos políticos.
Además, otra faceta de Marhuenda me deslumbra, su capacidad de trabajo. Puede dirigir un gran periódico nacional como el de Planeta, ir a multitud de tertulias cada día de radio y televisión y ser catedrático universitario de Derecho Público e Historia de las Instituciones. Un ejemplo de todo terreno infatigable.
Pero, sobre todo ello, su olfato político es incuestionable. Si Francisco Marhuenda vaticina que algo va a ocurrir, me preparo para que pase. Es un referente. No es suerte, por supuesto, es tener mucha información y saberla manejar gracias a su experiencia de años forjados dentro de la política y como observador privilegiado de los políticos desde fuera.
Y encima Marhuenda tiene un currículum académico larguísimo que lo convierten en uno de los grandes ilustrados españoles. El tiempo, desde luego, no lo ha perdido. Al revés, lo ha aprovechado para estudiar, escribir, dirigir, militar y servir al país desde trascendentales cargos públicos y académicos. Cuando veía sentado al lado suyo en La Sexta Noche tantos sábados a Pablo Iglesias enfrente presumiendo de méritos universitarios, me daba la risa. Pero, Paco fue tan generoso que jamás se lo reprochó.
Este lunes, el Excmo. Sr. D. Francisco Marhuenda García va a leer su reglamentario discurso de ingreso en la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación de España para tomar posesión de la plaza de Académico de Número. Otro enorme mojón en su vida que me provoca la envidia sana que se siente ante el grande al que se quiere. El presidente de tan alta institución, Manuel Pizarro, me ha invitado, pero una inoportuna gripe me obliga a no poner en riesgo la salud de quienes van a asistir.
Me hubiese gustado mucho dar un abrazo y aplaudir lleno de orgullo a mi amigo Paco este lunes por la tarde. Lo haré en breve en cuanto nos veamos personalmente. De momento, vaya desde aquí mi más sincera admiración y felicitación a uno de nuestros grandes personajes del periodismo, el derecho, la historia y la política que engrandecen España cada día. Paco tiene tan largo currículum como buena persona es. A.M.BEAUMONT