La mezquina estrategia de Sánchez con Rajoy

Es inaudito ver sentado a Mariano Rajoy en una comisión de investigación en el Congreso y no a Pedro Sánchez, cuando su mano derecha en el Gobierno, José Luis Ábalos, está imputado por un asunto de cohecho al que no le falta de nada, hasta con un Pretty Woman, sacando del oficio a Jésica para incorporarla a dos empresas públicas en las que no necesitaba trabajar para cobrar.

Comparto con el director de La Razón, Francisco Marhuenda, en su imperdible columna diaria, Sin Perdón, que el presidente del Gobierno “no tiene ningún principio, ni bueno ni malo”. No se puede definir de manera más precisa a Sánchez. Estoy también totalmente de acuerdo en que los vergonzosos ataques que pudieron verse este miércoles en la Cámara Baja contra Rajoy no deberían quedar en nada, por lo que el PP tendría que citar inmediatamente al mandamás socialista al Senado.

Con la que tiene encima el PSOE, Koldo, Ábalos, Aldama, Begoña, hermano de Pedro, fiscal general, clientelismo, putas, chusca corrupción, saque pecho para manchar la imagen de un expresidente como Rajoy, en una estrategia de tinta de calamar para ennegrecer todo a ver si así lo suyo pasa inadvertido, es escandaloso. Hay que ser muy pelota para dar pábulo en medios y foros políticos a una maniobra tan mezquina. Esto, por desgracia, es el sanchismo. Y, lamentablemente, quien así se comporta debe recibir un trato similar, aunque sea aborrecible.

A.M. BEAUMONT