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Todos contra Aldama…y Aldama en libertad

El presunto conseguidor del 'caso Koldo' tira de la manta y deja al descubierto presuntas irregularidades que afectan a varios miembros del PSOE. También a un Pedro Sánchez del que asegura le agradeció alguna de sus gestiones. Un movimiento del todo pensado por el empresario para sacar rédito judicial.

Víctor de Aldama durante su declaración el pasado 20 de mayo ante la comisión no permanente de investigación en el Parlament balear.

Víctor de Aldama durante su declaración el pasado 20 de mayo ante la comisión no permanente de investigación en el Parlament balear.Isaac Buj / Europa Press

Esther Jaén
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Llevaban un par de días circulando desde los pasillos de la sede socialista de la madrileña calle Ferraz y, por supuesto, en La Moncloa, la idea de que el abogado del presunto “conseguidor, comisionista y cabeza pensante” en la trama Koldo, Víctor de Aldama, era muy dado al pacto con la fiscalía y que podía hablar por los codos en un intento por conseguir beneficios para sí mismo por su supuesta “colaboración”.

Pero el cante jondo con el que Aldama desgarró la fugaz alegría de los socialistas por haber logrado hacer el encaje de bolillos necesario para sacar adelante su reforma fiscal no lo esperaban. Tan poco lo esperaban en la cúpula socialista que hasta Pedro Sánchez se presentó por sorpresa

El líder del PSOE no compareció para votar esa controvertida reforma fiscal que tanto han tenido que sudar y de la que dicen las malas lenguas socialistas que, dado que Junts se la ha jugado varias veces diciendo una cosa y votando la contraria y dejándoles, por consiguiente, con el 'pompis' al aire, Sánchez prefirió curarse en salud y no estar presente por si le volvían a sacar los colores.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, atiende a los medios y responde sobre la declaración de Víctor de Aldama.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, atiende a los medios y responde sobre la declaración de Víctor de Aldama.EDUARDO PARRA / Europa Press

Pedro Sánchez apareció en el patio del Congreso, recién llegado de la Moncloa, inmediatamente después de celebrada la votación, para emplazarnos a los allí presentes con un “luego hablamos” a un desmentido categórico, un rato después. “¿Aldama? No conozco a ese señor del que usted me habla, entonaba el secretario de organización del PSOE, Santos Cerdán, quien ponía a la telefonía móvil por testigo advirtiendo: “Pueden comprobarlo con las señales de teléfono móvil, que yo nunca he estado con él. No le conozco”.

Las tres fases del PSOE

Fase 1: desmentido. Fase 2: ¡al ataque! Los socialistas ya han anunciado que demandarán a Víctor de Aldama por calumnias y por la tarde, acariciaban la idea de hacer lo propio con todo dirigente del PP (o del arco parlamentario, en general) que hiciese suyas las palabras de Víctor de Aldama. Fase 3: Desacreditar más si cabe a Aldama, que dijo ante el juez aquello de que fue el mismísimo Pedro Sánchez quien pidió conocerle y, una vez lo tuvo delante, le agradeció (según la versión de Aldama) todo lo que hacía por ellos (entendido como un agradecimiento por los cuantiosos donativos que supuestamente, Aldama no dejaba de hacer a la familia socialista).

“Este es un tipo que está en la cárcel y al que le habrán dicho que puede salir si dice cosas bien gordas…¿pero qué credibilidad puede tener este personaje?”(La misma que tenía Bárcenas?). Esto es lo que repetían en los pasillos del Congreso de los Diputados, desde el entorno de un Pedro Sánchez que, mandíbula encajada y abrigo entallado, hizo acto de presencia poco antes de las 15 horas en la Cámara Baja. Habrá que ver si, además de la testifical, Aldama guarda y puede aportar pruebas de las “fechorías divulgadas”.

Está claro que en el PSOE no hay un minuto de calma ni de esparcimiento. Sus “popes” buscan una palanca que les permita impulsarse por encima del chapapote político que les va acechando día a día. Se habla de un nuevo impulso al Gobierno, de la supuesta plataforma de lanzamiento que esperan que sea el 41 Congreso Federal del PSOE -que arranca la semana próxima en Sevilla- pero son conscientes de que son demasiados socios y demasiado mal avenidos. 

La vicesecretaria general del PSOE, María Jesús Montero, y el secretario de Organización, Santos Cerdán.

La vicesecretaria general del PSOE, María Jesús Montero, y el secretario de Organización, Santos Cerdán.Europa Press

Demasiado 'caso Koldo', que irrumpió en la vida política como el “negociete” de unos cuantos jetas y está cobrando un calibre más que preocupante y una deriva peligrosísima hacia un final abrupto de legislatura que, por cierto, parece más probable que precipiten los de Pablo Iglesias que el propio líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, poco o nada dispuesto a lanzarse a interponer una moción de censura.

Claro que, si alguno de los socios del PSOE quiere cambiar de bando… está a su disposición, o eso ha expresado. Pero al PSOE -dicen sus dirigentes- eso no le quita el sueño, porque es mayor el odio que tienen al PP todos sus socios que el afán de pasar a cuchillo a un Sánchez que hoy pacta una cosa con ellos y mañana firma la contraria.

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