Yamal alucina ante el Benfica, Xabi Alonso se estrella y el PSG de Luis Enrique asalta Anfield
Un partidazo del imberbe jugador del Barcelona catapulta a los de Flick a los cuartos de final. El partidazo en Anfield se decide en la tanda de penaltis y Donnarumma elimina al Liverpool. El Bayern no tuvo rival en ningún momento ante un Leverkusen timorato
Lamine Yamal celebra su gol ante el Benfica
El Barcelona ya está en cuartos de final de la Champions, tras destrozar al Benfica (3-1, para un 4-1 en el total de la eliminatoria) en el partido de vuelta de los octavos. Dirigidos por un magistral Pedri, con Lamine Yamal tocado por una varita y con Raphinha acertadísimo cara al gol, los de Flick superaron la ronda sin apenas pasar apuros.
Y es que es imposible sofocarse cuando Lamine está de dulce. El jovencísimo futbolista (ya se nos olvida demasiadas veces que el chico solo tiene 17 años) fue una tortura para las Águilas lisboetas: suya fue la asistencia a Raphinha para el primer gol azulgrana y, después de que una cantada de Lewandowski y Araujo permitiera a Otamendi empatar momentáneamente el choque, marcar un golazo estratosférico solo al alcance de auténticos genios.
El tanto derrumbó al Benfica, cuyos aficionados la montaron en la grada lanzando objetos y encendiendo pirotecnia. Antes de llegar al descanso, una arrancanda portentosa de Balde, 70 metros de conducción a toda pastilla, permitió a Raphinha marcar el tercer tanto barcelonista y el segundo en su cuenta particular: su idilio con el gol no parece tener fin. La segunda parte sobró: el equipo luso lo intentó todo pero el Barcelona, con un Pedri funcionando como un metrónomo, durmió el partido y permitió incluso que Flick pudiera rotar pensando en el partidazo del fin de semana ante el Atlético en el Metropolitano.
Donnarumma, héroe en Anfield
El gran partido de la jornada se vivió en Anfield, donde el Liverpool y el PSG, los dos equipos más en forma de Europa, cruzaban sus sables tras el 0-1 con el que los reds ganaron en París en un partido en el que le sonrieron todos los duendes del fútbol. Con un Vitinha espectacular, los de Luis Enrique se adelantaron con un buen gol de Dembele tras pase de la muerte de Barcola, y a partir de ahí les toco resistir el asedio de un Anfield implacable, cosa que hicieron con la ayuda de un buen Donnarumma y de los postes, hasta dos veces se tropezó el Liverpool con ellos.
El partido se decidió, pues, en la tanda. Y ahí emergió la inmensa figura de Donnarumma, quien detuvo dos penaltis y catapultó a los parisinos a los cuartos de final. El gigante financiado por Catar comenzó la temporada adormecido, pero ahora impone el terror en cualquiera.
El Bayern se comió a Xabi Alonso
Mientras, en las dos eliminatorias restantes, el Bayer Leverkusen de Xabi Alonso no pudo hincarle el diente en ningún momento al Bayern, su ex equipo. Los vigentes campeones de la Bundesliga, que ya habían perdido 3-0 en la ida, volvieron a caer derrotados 0-2 ante el gigante bávaro. Europa se le sigue atragantando al entrenador que continúa sonando con insistencia como futuro inquilino del banquillo del Real Madrid.
Por su parte, el Inter derrotó 2-1 (4-1 en el total) al Feyenoord y casi la noticia fue que los nerazzurri encajaron un gol, de penalti, La defensa de los interistas es implacable en Europa y a estas alturas de competición, diez partidos jugados, sólo ha permitido dos goles en contra. El partidazo de Thuram, golazo y un tiro al palo, y un tanto de penalti de Çalhanoglu decidieron una eliminatoria sensacional en cuartos: Bayern-Inter. Casi nada.