La confesión más tensa, íntima y bronca de Iñaki Urdangarin sobre la Casa Real

Se lo venimos contando en los últimos años en ESdiario, si en el entorno de la Familia Real ha habido un personaje polémico y ahora incómodo para Casa Real ese es Iñaki Urdangarin. Después de su imputación en el caso Nóos, su condena e ingreso en prisión y su tortuosa separación (con amante incluida) de la Infanta Cristina; el ex duque de Palma vive con Ainhoa Armentia, pero le persigue su pasado.

Estos días el portal Trendencias recuerda unas revelaciones de Iñaki Urdangarin a la revista Semana, cuando comenzaba a gozar de sus primeros permisos de fin de semana que, entonces, aprovechaba para pasar unos días con su mujer, Cristina de Borbón, y algunos de sus hijos. Contaba semana que Iñaki ha estado en el ojo público durante años, pero desde su ingreso en prisión, cada uno de sus movimientos se seguían con lupa por los medios de comunicación. Su presencia en el Hogar Don Orione, donde realizaba labores de voluntariado de lunes a viernes, llamaba esos días mucho la atención, al igual que las progresivas mejoras en su régimen penitenciario. De hecho, esos días de la publicación obtenía permiso para pasar un fin de semana al mes en casa, lo que le permitía reencontrarse con su familia.

Semana hablaba con alguien de su círculo más íntimo, quien revelaba algunos de los pensamientos y preocupaciones que el ex duque de Palma compartía con esa fuente. Según publicaba entonces la revista, Urdangarin aseguraba que "en Zarzuela me han vetado la entrada". Unas palabras absolutamente demoledoras.

Además, describió cómo era su vida en la prisión de Brieva y el papel fundamental que jugaba entonces el apoyo de sus hijos en ese periodo tan complicado: "Poder hablar con ellos ha sido clave para sobrellevar la soledad", confesaba, convencido de que su familia ha sido su mayor refugio en estos años. También compartió sus temores respecto a la nueva etapa que atraviesa, mencionando incluso a su ex socio Diego Torres y al Rey Emérito.

La experiencia en prisión no fue sencilla. Desde que ingresó en 2018, su camino no ha estuvo exento de dificultades. En esos días que la revista lanzaba la exclusiva, tras más de dos años y medio, disfrutaba de un régimen de semilibertad. Sin embargo, adaptarse a esta nueva realidad no le fue nada fácil. Según explicaba la revista Semana a sus lectores a través de una fuente cercana, Iñaki Urdangarin enfrentaba con inquietud su traslado al Centro de Inserción Social en Madrid: "Le angustia la idea de convivir con otros internos", afirmaba la persona consultada. Después de tanto tiempo en aislamiento, en ese momento tenía que acostumbrarse a compartir espacios con otros reclusos.