El motivo por el que la Infanta Cristina se niega a hacerse ninguna operación estética a sus 59 años

El entorno más cercano y estrecho de la Infanta Cristina se muestra unánime a la hora de afirmar que se encuentra en un gran momento algo que se refleja en su aspecto en sus últimas apariciones públicas. Parece que tras cerrar la separación y el divorcio de Iñaki Urdangarin vuelve a su mejor estado.

Hace apenas unas semanas se dejó ver radiante en la boda de Nicolás de Grecia en Atenas y la prensa internacional destacó su estilo como una de las invitadas mejor vestidas, amén de alabar su imagen a unos meses de cumplir 60 años.

Pero sin embargo parece que hay un límite que la exduquesa de Palma no piensa sobrepasar por mucho que pase el tiempo y se haga notar en su rostros: Se niega en rotundo a someterse a ninguna operación o retoque estético.

Según la información de primera mano que maneja la revista ¡Hola! el deseo de la hija de los Reyes Juan Carlos y Sofía es "envejecer con arrugas, de manera natural" y hay un motivo muy concreto detrás de ello. A saber, la Infanta arrastra una especie de trauma desde hace muchísimo tiempo.

Trauma heredado de la experiencia de su abuela, la reina Federica de Grecia. Cabe recordar que la madre de Doña Sofía sufrió un infarto tras someterse a una cirugía ocular en un hospital de Madrid, una operación que a priori parecía sencilla pero que después se complicó por motivos que se desconocen.

De esta manera y más allá del momento en el que Doña Cristina pasó hace tres años por quirófano para eliminar la verruga que tenía en la cara, no tiene intención de ninguna de volver a someterse a ningún retoque o cirugía estética.

Por el contrario a sus 59 primaveras, la cuñada de la Reina Letizia prefiere echar mano de tratamientos no invasivos y vitaminas para intentar combatir los efectos el envejecimiento. Sin descuidar en ningún momento una alimentación variada y ejercicio.