El marrón de Mazón

Hay que reconocer que Mazón, hijo político de Teodoro García Egea, ha sido para Feijoó y los suyos un auténtico dolor de muelas desde el principio cuando, saltándose a la torera cualquier atisbo de prudencia, negoció con Vox para hacerse con la presidencia de la Comunidad Valenciana diez días antes de las elecciones generales, dando así munición a la izquierda que no tardó ni un segundo en utilizarlo como ejemplo de que el pacto de los populares con los de Abascal era más que probable.

El resultado fue que en contra de todo pronóstico, Sánchez se hizo con la presidencia del gobierno gracias a aquella movilización que, si bien no fue responsabilidad absoluta de Mazón, tampoco se puede decir que fuera ajeno a ella.

Ahora, año y medio después, y tras una gestión infumable de la DANA durante la cual todavía nadie sabe si el presidente de la Generalitat iba, venía, comía o hacía la digestión, los populares pierden fuelle en las encuestas por cuarto mes consecutivo…o sea, desde noviembre. Blanco y en botella.

Desde luego la situación no es fácil para Feijoó: si dejase caer a Mazón se tendría que enfrentar a unos cuantos escenarios, todos ellos complicados; si lo mantiene con el argumento de la reconstrucción -que es de momento en lo que está- la izquierda, que no va a soltar a su presa tan fácilmente, lo seguirá utilizando para justificar que personajes como el Fiscal general del Estado, el ministro Torres y unos cuantos más sigan en sus cargos. Total, que una vez más, y cuando todo parecía ir viento en popa para los populares, Mazón vuelve a ser el marrón que envenena los sueños de Feijoó. Y ya van dos.