El Barcelona, interesado en un futbolista que fue sancionado por apuestas
El club azulgrana, informan desde Cataluña, que siguen a un centrocampista italiano que milita en la Premier League
Joan Laporta, presidente del Barcelona.
El Barcelona, que ha visto cómo ha mejorado su situación financiera en los últimos meses, sigue peinando el mercado de fichajes de cara a reforzar la plantilla para la próxima campaña. Es cierto que todavía están metidos en la lucha por LaLiga, Copa del Rey y de la Champions League y los ingresos pueden variar, pero ya han echado el ojo a varios futbolistas.
La plantilla de Hansi Flick está respondiendo bastante bien pese a la juventud que existe, pero hay ciertos futbolistas que parecen destinados a salir del Barcelona. Entre ellos podríamos encontrar jugadores como Eric García, Christensen o Ansu Fati, pero siempre existen dudas con otros como Frenkie de Jong o Ronald Araújo, que dejarían el club culé si llegasen ofertas irrechazables por ellos.
Es por ello que ante la posible salida del neerlandés en el Barcelona han comenzado a buscar un mediocentro en el mercado. Uno de los que ha llamado, y mucho, la atención es Sandro Tonali, que milita actualmente en el Newcastle de la Premier League, tal y como ha informado Mundo Deportivo.
El hijo de Roberto Mancini, Andrea, trabaja en el Barcelona y habría elaborado informes positivos sobre un Sandro Tonali por el que el Barça ya presentó una oferta en 2020 por él cuando militaba en el Brecsia. El presidente del club italiano desveló que los culés pusieron sobre la mesa 65 millones y dos jugadores jóvenes que no identificó, pero finalmente el centrocampista acabó marchándose al Milan.
Fue sancionado por apostar
Sandro Tonali fue noticia en 2023 cuando se conoció que estaba haciendo apuestas, algo prohibido para los futbolistas. La FA le acusó de hacer entre 40 y 50 apuestas, algunas de ellas sobre el Newcastle, que era su equipo. Es por ello que fue sancionado y estuvo un total de diez meses sin pisar un terreno de juego.
Sandro Tonali aceptó esas acusaciones y se desveló que se había jugado más de 100.000 euros en dichas apuestas. Además de los diez meses sin poder jugar, también recibió una multa de algo más de 20.000 euros. Además, el Newcastle le apuntó a una terapia educativa para tratar la ludopatía.