El gozo de los defensores de Anita y Montoya en un pozo: pinchazo post acercamiento
Con Terelu Campos fuera de Supervivientes toda la atención mediática y los titulares vuelven a recaer en el dúo de "La Isla de las Tentaciones". Hasta el punto de que la última expulsada pasó un poco desapercibida.

Anita y Montoya, enésimo acercamiento seguido de la enésima discusión.
Después del castigo de la organización de la pasada semana de nominar a todos los concursantes de Playa Furia tras el robo y posterior utilización de un mechero para conseguir fuego en Supervivientes, los señalados se enfrentaban a una expulsión inesperada que se resolvía con la decisión soberana de la audiencia.

Chismógrafo
Los concursantes de Supervivientes se fuman la norma más importante de la isla: el otro Jorge Javier
Candela Alba
Era Nieves la que finalmente resultaba expulsada dejando a sus cinco compañeros como nominados para el próximo jueves cuando un nuevo concursante abandone el reality. Por su parte ella se enfrentaba a la expulsión definitiva ante sus compañeros Manuel y Samia de Playa Misterio.
Conscientes de su mal comportamiento en el robo del mechero, todos los nominados evitaban mojarse y preferían no señalar a ninguno como justo expulsado en una noche en la que terminaron saltando las chipas entre algunos compañeros con Carmen Alcayde debido a su actitud victimista durante toda la semana. "Creo que se me ha atacado más que a nadie. ¿En 17 días solo he hecho cosas mal yo?", reclamó Carmen ante las críticas por la convivencia. Finalmente, Gala era la primera salvada por la audiencia seguida por Ángela, Laura, Damián y Carmen Alcayde.
El penúltimo acercamiento de Anita y Montoya termina en bronca
Por su parte, y con Terelu Campos ya fuera del concurso, José Carlos Montoya y Anita Williams vuelven a ser las grandes estrellas y protagonizaron un nuevo acercamiento que logró ablandar el corazón de muchos de sus compañeros cuando la concursante le regaló una hoja en forma de corazón al que ha sido su compañero.
"Nuestra historia es infinita, para lo bueno y para lo malo" reconocía Anita. Emocionado y con lágrimas en los ojos, Montoya agradecía el gesto pero explicaba: "Esas cosas sientan bien pero mi corazón no lo recibe con la ilusión que lo hacía antes. Me frustra todo, no me quiero emocionar, la veo así y la pregunta por qué ahora".
Consciente de que quizás estos gestos por su parte llegan tarde, Anita señaló que ni ella ni Montoya son los dueños del destino por lo que será él el que decida qué pasará entre ellos: "El tiempo pone cada cosa en su lugar y destino solo hay uno".
Aunque este nuevo acercamiento parecía el definitivo, la guerra entre Montoya y Anita volvía a estallar mientras se echaban en cara su relación del pasado y su polémico paso por La isla de las tentaciones.
Y es que después de que Anita le entregara a Montoya su regalo, Gala no dudaba en comentar la escena con Nieves: "Siento que ella le manipula. Porque sabe que le puede afectar. Entonces es como que la caga y le pide perdón. Si tú no estás estable, no juegues con la estabilidad de otra persona que ya lo ha pasado mal".
La propia aludida descubría sus palabras en directo y daba respuesta al instante: "Sí, le manipulo a cada segundo. ¿Yo a ti te manipulo de alguna forma? ¿Yo te demuestro las cosas con regalos? Me da rabia que hablen sin saber. Yo te pedí perdón nada más llegar a la playa".
Finalmente, Williams acababa perdiendo la paciencia y se pronunciaba una vez más para zanjar el tema: "Yo el apoyo de Montoya no lo busco, tengo el apoyo de todos mis compañeros. Tengo a mi equipo. A Montoya le pedí perdón y a los dos días le regalé el coco".
Y, aunque el programa seguía su curso, la discusión entre Anita y Montoya continuaba: "Yo no vengo aquí a conquistar a nadie", aseguraba ella. "¿Por qué haces el drama de que llevas desde diciembre arrastrándote haciéndome quedar como el malo?", le decía él.
"Pero es que llevo desde diciembre arrastrándome como una serpiente. Me ha faltado hacer el Camino de Santiago pero a Sevilla", insistía. Cuando parecía que la discusión no iba a tener fin, ella tomaba una decisión y cortaba por lo sano incluso sentándose de espaldas a él: "Ya está, se acabó. Fin, radical".