Destapan el calvario de Doña Letizia en Italia por culpa de un viudo y una soltera
La periodista Pilar Eyre analiza lo que no ha sido ni mucho menos un viaje de Estado cómodo para los Reyes y enumera todo lo que, a su juicio, ha fallado

Felipe VI y Doña Letizia con el presidente de la República de Italia, Sergio Mattarella, el pasado 11 de diciembre
Vuelve a analizar Pilar Eyre a la Reina Letizia en la cita semanal que la periodista catalana tiene con los lectores en su blog de la revista Lecturas. La cronista de las Casas Reales reflexiona, en esta ocasión, el viaje de Estado de los Reyes a Italia que, tal y como les avanzaba ESdiario, ha estado marcado por algunos errores protocolarios.
Eyre va más allá y, tras analizar el incidente con la fotografía de Don Felipe, la propia Letizia y Giorgia Meloni, reflexiona: “En realidad, todo el viaje ha fallado por la base: ¿Qué hace una reina consorte cuando el presidente de gobierno es viudo y la primera ministra soltera? El diario la Repubblica se preguntaba, ‘¿estará sola Letizia durante su estancia en Italia?’ Al final Mattarella pidió a su hija que hiciera de pareja, no de él, sino de Letizia, una solución artificial y forzada, pero al menos funcionó, aunque Meloni se negó a sacarse un hermano o amigo de la manga y los recibió sola. Y creo que en estos días ha quedado en evidencia el papel de florero que tienen las reinas consortes a nivel internacional. Algo totalmente injusto, porque Letizia es una mujer inteligente y preparada, implicada en diversas causas de forma solvente y profesional”.
Y lanza una pregunta al aire: “¿No podría estar a la par de su marido? ¿Qué inconveniente habría para que los tres estuvieron en el mismo plano? Que le pongan un acompañante como si fuera una niña, por muy glamurosa y simpática que sea la hija de Mattarela, no deja de ser humillante para ella como mujer y como profesional. Cuando en el año 82 Don Juan Carlos y Sofía visitaron a su gran amigo Sandro Pertini, el presidente socialista italiano, estuvieron los tres al mismo nivel en todos los actos oficiales. Pertini estaba casado con una periodista alérgica a la fama, Carla Voltolina, que los invitó a cenar a su modesto apartamento, pero se negó a participar en ceremonias públicas. ¡Y no pasó nada!”.
Pilar Eyre considera que “Felipe y Letizia, sin embargo, siempre parece que caminen sobre carbones encendidos y el desconcierto con el que afrontaban este viaje se vio hasta en los modelos escogidos por la reina, habitualmente tan elegante y acertada. Desde la bufanda supergigante del primer día, como si estuviera en el Polo Norte, acompañada por unos incongruentes zapatos dorados que eran casi sandalias, hasta el excesivo traje mañanero de Carolina Herrera de color rosa Disney y el dos piezas de mezclilla de Alberta Ferreti que llevó en su reunión con la FAO”.
La talla de la Reina Letizia
Y aporta detalles sobre Doña Letizia: “La Reina usa una talla 34 y hay marcas que no la tienen y si una modista no ajusta los modelos, quedan muy holgados, como en este caso, por mucho que la Reina tratase de disimular con un cinturón. Las piernas desnudas con ese tejido de tweet gru so, y el largo de la falda, tan poco favorecedor, conformaban uno de los conjuntos menos bonitos de los que le he visto a Letizia. El traje de noche de Max Mara para la cena oficial ni fu ni fa, era de señora mayor, pero no de ahora, sino de los años veinte del siglo pasado, y por último la falda de tafetán con vuelo y la camisa blanca de Nápoles parecía un conjunto de ballet y no resultaba adecuado para presidir una ceremonia tan formal como un doctorado honoris causa”.
Y concluye Pilar Eyre dando cuenta de la repercusión de este viaje de Estado en la prensa local:
"La prensa italiana ha sido en general elogiosa –no tanto como la española, de todas formas–, aunque ha causado extrañeza que Letizia vistiera de negro ‘un color de luto’, que el protocolo le haya asignado tan poco papel y también que, en esta visita al país de la moda, no se haya esforzado más, ‘ha estado correcta, pero gris’. Meloni también sentenció con cierta condescendencia “me han parecido muy serios”. ¿Es un elogio o una crítica? Chi lo sa!”.

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Manuela Herreros