La ilegal nación de naciones de Sánchez

Pedro Sánchez, en su débil camino político, va a convertir España en una nación de naciones. Ahora, ha tocado entregarle a Carles Puigdemont la cosoberanía en las fronteras. PSOE y Junts han acordado presentar una ley de inmigración para que los Mossos junto a la Guardia Civil y la Policía Nacional compartan las competencias. 

Es igual, se envuelva con el papel de regalo que se quiera la cesión, lo cierto es que desde que el líder socialista se puso en manos de aquellos que desean tener una España más delgada junto a la gran Cataluña, cada día nuestro Estado se desangra un poco más. Hace unos días fue una quita de deuda a mayor gloria de los independentistas y hoy es que la policía autonómica catalana sea quien controle los pasos fronterizos de todos los españoles. Ya nada parece raro. 

Un día gana la carrera la ERC de Oriol Junqueras; al otro, Junts de Carles Puigdemont. Da igual, ambos tienen como meta separarse de España. Así que quien vence es el secesionismo. Y esto pasa, justo cuando más débil podía estar su proyecto ideológico ya que en las pasadas elecciones autonómicas no consiguieron los partidos independentistas la mayoría absoluta. Es Salvador Illa, del PSC, quien se sienta en el despacho de la Generalitat. Aunque, por necesidades del guion de Sánchez para seguir en La Moncloa, Puigdemont y Junqueras son hoy más fuertes que ayer.

A. M. BEAUMONT