El Gobierno pierde totalmente el pudor: los ministros, abogados defensores del hermano de Sánchez

Si le quedaba un ápice de vergüenza a este Gobierno, la ha perdido por completo. El hermano de Sánchez ha dimitido de su cargo fantasma en la Diputación de Badajoz y los ministros han salido en tromba a repetir la consigna que les llega desde La Moncloa: "cacería", "persecución", "jauría ultra", "bulos", "mentiras", "campañas de fango", son términos y expresiones que han pronunciado en las últimas horas varios ministros como la vicepresidenta María Jesús Montero, la portavoz Pilar Alegría, el responsable de Justicia, Félix Bolaños y el ministro Óscar López. Todos a una, como abogados defensores de David Sánchez Pérez Castejón.

Merece la pena detenerse en lo que ha dicho Óscar López, probablemente el más pelota de todos, aunque eso es difícil de discernir, hay una dura pelea por el puesto: "Estoy verdaderamente apenado e indignado de que esas campañas de fango acaben teniendo consecuencias sobre la vida de personas honradas, honestas e inocentes, mientras otros viven en áticos opacos pagados supuestamente por comisiones ilegales y se fuman un puro", ha dicho en una entrevista en RAC1.

Hay que preguntarle a López -y también al resto que están haciendo afirmaciones similares- qué sabe él del hermano de Sánchez. ¿Por qué afirma con tanta rotundidad que es una persona honesta e inocente? No tiene ni idea, solo lo dice por defender a su jefe, pero no conoce el sumario ni los detalles ni las investigaciones... Hablar por hablar. Y que lo haga un ministro o muchos, mejor dicho, es especialmente grave porque están cuestionando de forma gratuita, partidista, sectaria y manipuladora la labor de un juez, acusándole de manera velada de prevaricar.

Sinceramente, este Gobierno es una banda al servicio del líder. La razón, el sentido de Estado, la responsabilidad, el servicio público y la altura de miras son cuestiones que les resultan totalmente ajenas. Son todo lo contrario a eso, una banda dedicada a defender al corrupto presidente del Gobierno. Dan lástima porque no tienen dignidad ni principios, pero hacen tanto daño que se merecen caer junto al líder de la banda y que jamás tengan la oportunidad de ocupar un cargo público.