Francisco no fue un ‘Papa Rojo’ para disgusto del PSOE y cía: “que lean lo que dijo del aborto y la familia”

El Papa Francisco ha fallecido y como pasa cuando muere una figura histórica, ahora todo son buenas palabras y alabanzas que muchos no dieron en vida. En España, el sanchismo que será muchas cosas, pero no tonto, ha visto un gran filón en arrimar el ascua del pensamiento de Jorge Bergoglio a su sardina, llegando a afirmar por boca de Félix Bolaños en declaración solemne que el Pontífice fallecido era “cercano a los valores del Gobierno”. Pero para disgusto del PSOE, de Yolanda Díaz, y hasta de Podemos u Otegi que han loado al Papa Francisco, el Pontífice no era un ‘Papa Rojo’ y tan sólo hay que leer su pensamiento, no lo que interesa.

El PSOE y la izquierda española se han creado un ‘Papa a la carta’, y como si estuvieran en un buffet libre, han picoteado aquellas cosas que les interesaba del pensamiento de Francisco para llevarlas a su terreno, algunas por cierto convirtiéndolas en excepcionales pese a que era lo normal en otros pontífices. Este ‘buffet libre de Francisco’ se hace además ocultando la propia razón de ser de la figura del Papa: ser la cabeza de la Iglesia Católica y la figura clave del cristianismo. De esta forma, se habla de Francisco como si fuera un líder político o civil, a lo Nelson Mandela, no como un líder espiritual, empezando por el propio Pedro Sánchez ignorando cualquier referencia al catolicismo.

En este ‘Papa a la carta’ el PSOE y la izquierda cogen la apuesta de Francisco por el ecologismo, su preocupación por los inmigrantes y el rechazo a no acogerlos, o términos de justicia social como la apuesta por subir los salarios, así como su enfrentamiento con líderes de la derecha como Javier Milei. Presentado así, Francisco parece salido de un mitin de Pedro Sánchez, un ‘Papa rojo’, un Papa sanchista. Pero el ‘Papa a la carta’ se desmorona cuando ves el resto de platos del buffet que no ha escogido el sanchismo.

El Papa Francisco lo tenía muy claro en asuntos opuestos al sanchismo

El Papa Francisco tenía muy claro sus ideas sobre el aborto, y son todo lo contrario al sanchismo. Es más, condenaría fehacientemente la apuesta del PSOE y sus socios por dar más facilidades al aborto. El Pontífice calificaba el aborto de “asesinato”, si quedaban dudas. Lo mismo con la familia, Francisco tuvo palabras de que no hay que juzgar a nadie por ser homosexual y acercarse a Dios, pero la familia para él era un concepto tradicional.

O la justicia social, que un Papa abogue por ir contra las guerras, los genocidios o la exclusión de los desfavorecidos como los inmigrantes es lo más normal del mundo. Que lean a otros papas, que fueron pioneros en pedir por ejemplo la descolonización. Y gestos espontáneos los han tenido todos, Juan Pablo II miles. Pero el sanchismo convierte en excepcional esto, hasta la tradición de lavar los pies a presos el Jueves Santo, como decía una conocida periodista sanchista, como si eso no se hubiera desde hace cientos de años. El Papa es un líder espiritual, ni rojo ni azul ni amarillo, aunque su opinión interceda en la política. Francisco no fue un Papa rojo, ni menos aún sanchista.