Crisis arbitral en España: ex colegiados rajan con críticas, acusaciones y un soborno
Clos Gómez, jefe del VAR, y Mateu Lahoz, comentarista televisivo, se enzarzan a cuenta del Caso Negreira mientras un ex árbitro denuncia en La Revuelta de David Broncano un intento de soborno

Antonio Mateu Lahoz, en la pasada Euro 2004
El estamento arbitral español vive una tormenta sin precedentes. Aunque los árbitros en activo tienen prohibido hablar con la prensa, varios ex colegiados han roto el silencio en radio y televisión, dejando en evidencia las tensiones internas y el deterioro de su imagen por el caso Negreira.
El primero en avivar la polémica fue Mateu Lahoz, quien denunció en Tiempo de Juego de la Cadena COPE el hermetismo del arbitraje español y la falta de explicaciones sobre el caso Negreira, que además benefiaba a determinados árbitros en sus carreras internacionales. "Siempre nos ha sorprendido que los árbitros que trabajaban con el hijo de Negreira eran los que más llamaba el Comité de Árbitros para pitar en Europa", denunció el ahora comentarista de Movistar+.

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Sus palabras no sentaron bien a Clos Gómez, ex árbitro y actual jefe del VAR, quien desde El Larguero de la Cadena SER lo descalificó con dureza, acusándolo de "hacer daño" a la profesión. "Fui un gran amigo de Mateu Lahoz, y lo digo en pasado. Ahora mismo, con todo el respeto del mundo, me parece un meme. Me parece un meme. Todo lo que dice es absolutamente criticar por criticar. Está resentido con el Comité de Árbitros", destacó.
"Fue un buen árbitro, un gran árbitro. Era especial. Lo podríamos llamar The Special One, porque hacía cosas diferentes. Los equipos lo entendían y los jugadores lo aplaudían todo lo que hacía. Pero ahora mismo está en un proceso de difamación absoluta de todo (...). Con todo el respeto, no les llega ni a la suela de los zapatos. Especialmente como persona", continuó el jefe del videoarbitraje español.
Además, Clos denunció que sufre amenazas debido a los vídeos de Real Madrid Televisión contra el estamento arbitral, y pidió mesura antes de que ocurra una desgracia: "Esos vídeos me parecen lamentables. Recibo amenazas de muerte todas las semanas. Vamos a ponernos todos de acuerdo para respetar a los árbitros, porque las escopetas están muy cargadas ya y el día que se disparen lo vamos a lamentar. El energúmeno que persigue a un árbitro de 15 años, lo hace porque ha estado escuchando los discursos violentos de algunos periodistas de medios tradicionales contra los árbitros", denunció.
Mientras tanto, otro ex árbitro, Rafael Cano Florido, que nunca llegó a la elite, sorprendió al público al aparecer en La Revuelta de David Broncano para relatar un intento de soborno que, según él, sufrió durante su carrera. Aunque no dio nombres ni fechas concretas, sus declaraciones han puesto aún más en entredicho la transparencia del colectivo.
Tras asumir un error en la redacción de un acta de un partido de categorías no profesionales, Broncano le interpeló acerca de si alguna vez habían intentado sobornarle. El excolegiado fue tajante. “Sí”, cortó al presentador. Según el exárbitro, le propusieron una recompensa si evitaba el descenso de un equipo pitando un penalti. “Entró el delegado y me dijo: ‘si pasa esto, aquí tienes’. Le dije: ‘sí, espera un momento’. Y llamé a la policía”, resolvió. Como era “un partido en el que se jugaban mucho”, dice, había muchos policías y pudieron pillarle.
El Caso Negreira ya había dejado tocada la credibilidad arbitral, pero las declaraciones de los ex colegiados han terminado de dinamitar cualquier intento de recuperar la confianza. Con versiones opuestas y ataques entre ellos, el mensaje que queda es el de un colectivo fracturado y sin rumbo claro.