La triple derrota de José Manuel Albares: arrodillado ante Trump, Marruecos y Puigdemont

Si en algo se puede resumir las declaraciones del ministro de Asuntos Exterior, José Manuel Albares, es que su política está rodilla en tierra ante tres elementos: Donald Trump, Marruecos y Carles Puigdemont. Algunos por interés y por rendirse a la evidencia de quien tiene el poder, como es el caso del presidente de EEUU, y los otros dos porque Pedro Sánchez es rehén de sus pactos.

De esta forma, tras ejercer el sanchismo y el propio Pedro Sánchez un discurso muy despectivo contra Donald Trump, ahora José Manuel Albares se ve obligado a agachar la cabeza ante uno de los socios más importantes para España, los Estados Unidos. "Es el presidente de EEUU, son ellos los que lo han elegido y nosotros vamos a tener la mejor relación con él", defiende el ministro de Exteriores después de meses de ataques.

Si el rebajar el tono con Donald Trump se entiende en no perjudicar las relaciones de España con EEUU, más humillante es el servilismo con Marruecos que Pedro Sánchez lleva desde que llegó a Moncloa -¿Qué le debe el PSOE a Marruecos?-. José Manuel Albares ha destacado que la relación de España con el reino alauita "está en el mejor momento de su historia". "Marruecos ha dejado claro su compromiso con las aduanas en Ceuta y Melilla", ha reivindicado, algo que sin embargo no tienen claro en las ciudades autónomas que alertan de un plan con las aduanas que sólo beneficia al país de Mohamed VI.

Y, por último, la sumisión a los caprichos de Carles Puigdemont. Con todos los problemas que debe afrontar España en la Unión Europea, como la inmigración, para José Manuel Albares la prioridad es la oficialidad del catalán en la UE. "Es un tema prioritario y no lo voy a abandonar hasta que lo consiga", ha defendido el ministro de Asuntos Exteriores, mientras el Gobierno sigue sin pedir las ayudas de Europa por la dana de Valencia. Cuestión de prioridades.