Máxima expectación en Aragón por si Sánchez sufre otro revolcón el 1 y 2 de febrero
Los nuevos “barones” del PSOE dan por perdida la batalla del voto moderado

Pedro Sánchez tiene un buen examen en Aragón
En dos semanas conoceremos la 'fotografía' definitiva del poder territorial en el PSOE. Sánchez se ha implicado para controlar paso a paso el proceso interno de su partido, con el objetivo de evitar que los contrapoderes territoriales se expandan más allá del presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page.
Por el momento, Sanchez ha fracasado en su intento de controlar 'en remoto' la federación extremeña, cuyo territorio aparece como uno de los pocos que podría cambiar de color político en 2027. Miguel Ángel Gallardo, presidente de la Diputación Provincial de Badajoz, se ha consolidado en el liderazgo del PSOE extremeño, demostrando a Sánchez que los congresos regionales pueden no ser un camino de rosas.
Habrá que esperar al primer fin de semana de febrero para comprobar si la candidata de Sánchez en Aragón -la ministra Pilar Alegría- destrona el 'lambanismo', sumando un nuevo territorio a la mayoría 'sanchista' de las baronías regionales.
En cuanto a los territorios más importantes en términos electorales para el PSOE -Andalucía y Madrid- volverán a estar alineados con el secretario general, mientras crece el escepticismo en la militancia de que los candidatos 'sanchistas', Montero y López, puedan hacerse con los correspondientes gobiernos regionales en 2027.
Fidelidad en Andalucía y Madrid
Con su elección, eso sí, el Presidente del Gobierno se asegura la fidelidad de dos de las tres federaciones más numerosas del PSOE, controlando así la deriva orgánica en los próximos años, claves para determinar el papel de Sánchez en el Partido Socialista.
La resignación cunde en Andalucía, con la vuelta al escenario de diplodocus del felipismo o del 'susanismo', que tanto han trabajado para eliminar de la ecuación a Juan Espadas. El PSOE-A vuelve por sus fueros con los reinos de taifas y los imposibles equilibrios, que en los tiempos felices se gestionaban repartiendo cuotas de poder institucional.
En Madrid, la situación también es decepcionante, al constatar muchos cuadros madrileños que Óscar López se entrega al 'simanquismo', el poder en la sombra que ha conspirado eficazmente contra Lobato. Un grupo de renovadores del PSOE-M, que aspiraba a tomar el control una vez se retirara Lobato, ha chocado con la cruda realidad: la simanquista Pilar Sánchez Acera es el poder fáctico ya en estos momentos, con un Óscar López feliz de contar con su asesora en Moncloa controlando el 'aparato' del socialismo madrileño.
La oposición interna a López advierte de la fragilidad judicial, tanto de Pilar Sánchez Acera como del propio ministro para la Transformación Digital y de la Función Pública, que podrían ser llamados por el juez que investiga al Fiscal General del Estado en cualquier momento, abriendo una crisis devastadora en el seno del PSOE-M.
Seǵún datos que manejan los críticos de Sánchez, que se mueven sigilosamente en distintas federaciones, el voto moderado se aleja peligrosamente del PSOE, consolidándose una tendencia que podría elevar las opciones del PP de alcanzar La Moncloa. Ese voto moderado es el que buscan, precisamente, líderes como Gallardo en Extremadura; Morant en la Comunidad Valenciana; Darío Villagrasa, el candidato lambanista en Aragón; o el exsecretario general de los socialistas madrileños, Juan Lobato.
Sánchez pasará su página orgánica para dedicarse a tiempo completo a sacar adelante los PGE, asumiendo personalmente las negociaciones con sus socios de investidura Podemos y Junts; dejando a María Jesús Montero la búsqueda de apoyos de PNV, ERC y Sumar.
A fecha de hoy, el Presidente del Gobierno considera la aprobación de los Presupuestos como un escenario “a vida o muerte”; mientras su círculo estratégico da por controlado el “frente judicial”, fortalecida la “brigada mediática” afín al Ejecutivo y consolidado el relato del miedo a VOX, que pretende situar en territorio de nadie a un Feijóo que sube en las encuestas mientras gestiona como puede su estratégico acercamiento a Junts.