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Begoña Gómez plagió el nombre de un proyecto patrocinado por Moncloa

La esposa del presidente acuñó "una nueva palabra" en 2023, 'ruralanía', para su plan para la España vaciada, término ya utilizado diez años antes en debates

Francisco Mercado
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El 20 de abril de 2023 Begoña Gómez presenta un proyecto para recuperar la España vaciada. Tras avanzar que es un proyecto para fortalecer la sostenibilidad rural se interroga ante el auditorio. "¿Cómo lo hemos denominado? Yo creo que vamos a empezar por ahí. (Se ríe de su ocurrencia). Habéis visto una nueva terminología que hemos acuñado. Que se llama ruralanía. Nuestro proyecto se llama así. ¿Por qué?". 

"Porque cuando se estuvo discutiendo en El Burgo de Osma sobre la consulta ciudadana, sobre los ciudadanos y esa ciudadanía que se tiene que incorporar a los proyectos, pensábamos que qué mejor que acuñar el término de ruralanía que nos lleva mejor a entender qué entorno estamos desarrollando con este tipo de proyectos. Por tanto hoy hemos elevado una nueva palabra [vuelve a reír] que se llama ruralanía. Así se llama nuestro proyecto. Tiene como fin crear comunidades energéticas".

Begoña Gómez, en el acto del Botánico

Begoña Gómez, en el acto del BotánicoESdiario

Pero la palabra ruralanía no se acuña en 2023 por Begoña Gómez, sino al menos diez años antes. "La ciudadanía, o la ruralanía, ha sido capaz de construir a lo largo de cientos y cientos de años un modo riquísimo de gestión comunitaria de bienes y la invisibilidad de este proceso no es más que otra manifestación de la subalternidad a la que situaron a aquellas personas y saberes que vienen del medio rural". 

Este palabro lo usa Fran Quiroga en 2013 en un estudio para un debate organizado por el Ayuntamiento madrileño que rige Manuela Carmena.

Ruralanía aparece en el texto de Fran Quiroga de 2013

Ruralanía aparece en el texto de Fran Quiroga de 2013ESdiario

Su idea era "investigar los nexos entre los comunes rurales (como las tierras comunales en Galicia) y el procomún en programación y software libre". Nadie del equipo de la esposa del presidente citó tal padre o precedente de ruralanía. Tampoco rastreó, aparentemente, en internet su hallazgo lingüístico. Algo parecido le pasó a su esposo cuando plagió el nombre de una fundación al crear un ente socialista anti-bulos, Avanza, como destapó este diario. 

Y este bautizo/plagio de ruralanía ocurre en un acto alfombrado/patrocinado por diversos organismos estatales.

El local lo pone el CSIC, dependiente del ministerio de Ciencia. Es el propietario del Jardín Botánico. Begoña lo agradece públicamente.

Y lo patrocina, junto a otros proyectos de su ONG G-100, la sociedad estatal Redeia, que dirige la exministra Beatriz Corredor. Acude al acto. Begoña también lo agradece.

Y también apoya su acto el ministerio de Transición, a cuya entonces titular, Teresa Ribera, Aldama atribuye contactos directos con la esposa del presidente. La representa un alto cargo de su ministerio, Fernando Boya. Y asiste un vicepresidente del CSIC.

Lo extraño no es que Begoña Gómez promueva un proyecto para repoblar la España vaciada. Ni ya casi que el Gobierno de su marido lo sustente. 

Lo llamativo es la repetición de patrocinadores y compañeros de aventura: organismos públicos y privados que o han sponsorizado su cátedra o han contratado a sus mecenas.

El acto del Botánico donde Begoña Gómez acuñó el término

El acto del Botánico donde Begoña Gómez acuñó el términoESdiario

En 2022 Redeia lanza el G-100 con un centenar de personalidades para generar proyectos de recuperación de la España vaciada. Una de ellas es Begoña Gómez.

Un año antes, el 22 de octubre de 2021, Beatriz Corredor preside unas jornadas de sostenibilidad pilotadas por Red Eléctrica Española, anterior nombre de Redeia. 

Es uno de los ODS (Objetivos de Desarrollos Sostenibles) del arsenal de actividades de la cátedra de Begoña Gómez. La esposa del presidente interviene en ese acto. Y también se produce la gentileza contraria. 

Hace unos meses Corredor loaba su participación personal en la cátedra de la segunda dama: "Fue un placer conocer a los alumnos y pasar un rato tan agradable con vosotros. Gracias por contar conmigo". Redeia figura como colaboradora de su cátedra. Y logra doblete patrocinador al apoyar también su G-100.

Aldama podrá fantasear o no sobre los nexos entre Ribera y Begoña, pero su ministerio sponsoriza actos del G-100 de la esposa del presidente que, para más inri, se celebran en un local del CSIC. Hasta la ciencia estatal apoya a la segunda dama.

Pero el listado de mecenas sanchistas en los proyectos del G-100 no acaban aquí: Tragsa, Enisa, Hispasat, EOI, Cesce, Redpac, Ciencia, Agricultura, Industria… Para colmo, algunos de estos organismos han contratado a mecenas privados de Begoña Gómez. Y algunos patrocinadores privados repiten. Por ejemplo, Fundación la Caixa.

Sánchez no ve conflictivo que su esposa y su gobierno compartan buenas causas. Olvida que Begoña no es Letizia. La Reina no factura sus apoyos a causas humanitarias ni engrosan su currículo profesional.

Ni el Rey puede devolver favores a sus mecenas. Sánchez sí, vía contratos. Ignoramos cuánto cobra y de quién Begoña Gómez. A su marido le ofende que un juez husmeé sus cuentas mientras exige transparencia integral al rey.

Un juez ha pisado una mina por hacer la pregunta clave del modo inadecuado: ¿Fichó a Begoña Gómez por ser esposa del presidente? Por supuesto que no.

¿Qué organismo o empresario puede tener interés en contratar o patrocinar a una segunda dama? Sólo conoce al presidente, ministros, secretarios de estado, directores generales, presidentes autonómicos...

Si el juez imputa a Güemes por ficharla debe explicar por qué no hace lo mismo con las decenas de directivos que le han mimado. 

O admite que en 2018 nació una estrella. Y Güemes la descubrió. Como Goyanes con Marisol.

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