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El día que el Papa Francisco fue expulsado del vestuario de San Lorenzo

La vinculación del fallecido Pontífice con 'el Ciclón', su club del alma y del que era socio, ha dejado anécdotas directamente inolvidables. Como aquella vez en que Basile le echó del vestuario por supertición

El Papa Francisco era un fiel seguidor de San LorenzoA24.com

Publicado por
Mariola López

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El mundo llora la muerte del Papa Francisco, un pontífice que, más allá de sus quehaceres al frente del cristianismo, dejó huella por su carisma, humildad y su amor declarado al fútbol. Tanto, que su vinculación con San Lorenzo, su club del alma y del que era socio, ha dejado anécdotas para la eternidad. Algunas entrañables. Otras... directamente inolvidables. Como aquella vez en que fue expulsado del vestuario por gafe.

Sí, has leído bien. Aquel que acabaría siendo el líder espiritual de la Iglesia católica, el sucesor de San Pedro, fue víctima de la superstición criolla más pura y dura: la de que hay personas que dan mufa. Y según el entrendor Coco Basile, el entonces arzobispo Jorge Mario Bergoglio tenía ese dudoso don... o al menos lo parecía cuando asomaba por el vestuario.

El Coco se percató de que un cura que no conocía entró en los vestuarios del Nuevo Gasómetro para saludar y bendecir a los jugadores en el primer partido en el que era entrenador de San Lorenzo. Basile, un argentino muy de cábalas y supersticiones, pidió al entonces presidente del club, Fernando Miele, que lo echara del vestuario por 'mufa' (mala suerte).

"Le pregunté al presidente: '¿Quién es este cura?' y me dijo: 'Es un cura que viene siempre y está acostumbrado a saludar a los jugadores antes de cada partido", recordó Basile en una recordada entrevista con la Televisión Pública argentina.

"Es mufa, echalo ya"

"Le dije: ¿este tipo viene siempre? ¿Y para qué me vienen a buscar a mí? No le ganan a nadie, entonces contraten al cura. Sacá a este tipo que es mufa. Echalo ya, no quiero ver ningún cura en el vestuario. No quiero a nadie que me distraiga a los jugadores", explicó entre risas Basile.

Lejos de molestarse, Bergoglio aceptó la decisión como buen cuervo (así se conoce a los hinchas de San Lorenzo), y nunca volvió a pisar el vestuario durante la era Basile. Dieciséis años después de aquello, Basile se encontró con Miele en un restaurante y este le preguntó: "'¿Viste quién es el Papa?'". "Y le dije: 'cómo no voy a saber quién es el Papa, es argentino, salió en todos lados', y me contesta 'ese es Bergoglio, el que echaste vos del vestuario'. Una cosa increíble", decía un Basile muerto de risa.

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