BALONCESTO
Mala noche para Florentino Pérez y para el ministro Torres en Las Palmas
Unicaja Málaga es el nuevo campeón de la Copa del Rey de baloncesto, después de haber derrotado al Real Madrid, pero hubo protagonistas inesperados durante la entrega del trofeo

La plantilla de Unicaja celebra su título de Copa del Rey.
Este domingo tuvo lugar la final de la Copa del Rey de baloncesto en el Gran Canaria Arena en las Palmas de Gran Canaria. El Unicaja Málaga venció al Real Madrid por 93-79, en un partido en el que el club presidido por Florentino Pérez no pudo hacer frente al equipo malagueño. El presidente del club blanco estaba presente en el pabellón y no pudo ocultar su decepción tras perder el título.

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El protagonista del partido fue el base de Unicaja Málaga Kendrick Perry, pero después del pitido final los protagonistas no fueron los jugadores. El ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres, fue uno de los encargados de entregar el trofeo a los ganadores durante la ceremonia de premiación. En el momento en el que su nombre fue mencionado por la megafonía del pabellón, la mayoría de los aficionados asistentes comenzaron a abuchear al ministro.

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Los asistentes del partido comenzaron una fortísima pitada contra el Ángel Víctor Torres, lo abuchearon en el momento que pisó el parqué y se escuchó su nombre, también cuando entregó el trofeo al capitán del equipo vencedor, todo ello acompañado por gritos de "¡Fuera, fuera!". Este acontecimiento ha sido llamativo, debido a que el ministro es de origen canario y fue presidente de la comunidad entre el año 2019 y 2023, además de continuar siendo líder de los socialistas canarios.
La desilusión de los jugadores madridistas se fusionó con la de su presidente, que vio en primera persona cómo se le escapaba un título a su equipo. La reacción de los ganadores fue todo lo contrario, los jugadores de Unicaja celebraron la victoria de una forma nunca antes vista. En la llegada al aeropuerto de Málaga, la cinta transportadora de maletas se convirtió en el transporte de los jugadores y del trofeo, se sentaron en la cinta unos detrás de otros mientras hacían el gesto de remar, como si fuesen en un barco.