Putiferio
Parece bastante improbable que estos mendas como el troll Koldo o el siempre peripuesto Ábalos hayan aprendido algo de nuestros clásicos cuando lo único que les interesa del Siglo de Oro es que fuese el propio dorado que ellos propiamente viven ahora ¡y de qué forma! a costa de nuestros impuestos sufragando...

El ex asesor del ex ministro José Luis Ábalos, Koldo García, sale del Tribunal Supremo tras declarar, a 17 de diciembre de 2024.
A lo que se ve hemos avanzado muchísimo. Las putas (“persona que mantiene relaciones sexuales a cambio de dinero”, según la RAE) recibían al pagador-consumista fuera en la calle esquinada, en cualquier tiempo y a cualquier hora, o en lupanares que iban desde lo miserable a lo lujoso según tarifas. Profesión dura, desigual y resbaladiza siempre amenazada de enfermedades venéreas o por chulos y meretrices inclementes. Carne de desprecio social, literaria y de corta vida profesional.
Hoy, con esa nuestra mala y pedante costumbre de anglicanizarlo todo, a estas, ya no sé si mal descarriadas o bien encarriladas, se les llama: “escorts”, o, eufemísticamente “señoritas de compañía”, en asociación momentánea con el taxímetro y el catálogo de servicios puestos a priori, o “mantenidas” con casa montada como “querindongas” que se decía de antiguo. Poca faena puntual y mucho beneficio en envidiable tren de mantenimiento.
Nuestro genial Francisco de Quevedo ya le dedicó al asunto otro de sus extraordinarios sonetos: “Puto es el hombre que de putas fía, / y puto el que sus gustos apetece; / puto es el estipendio que se ofrece/ en pago de su puta compañía.” Pero parece bastante improbable que estos mendas como el troll Koldo o el siempre peripuesto Ábalos hayan aprendido algo de nuestros clásicos cuando lo único que les interesa del Siglo de Oro es que fuese el propio dorado que ellos propiamente viven ahora ¡y de qué forma! a costa de nuestros impuestos sufragando a las Jéssica, Andrea, Claudia… y demás beldades publicitadas por catálogo puteril, dueñas de la noche o contactadas por algún “amiguito” que siempre necesita un favor donde medie la política, sea en el sector urbanístico o de servicios. Y todavía queda en el alero de la noticia golfa Ángel Víctor Torres Ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, aguantado por un presidente que todos los días pide la dimisión de Mazón, pero se olvida de reflexionar sobre la suya y de sus colegas de partido y extorsionadores de antaño como Tito Berni encabezando la lista del socialismo hispano. Claro que, si ustedes cogen la hemeroteca, o simplemente con poner en el Google: “prostitución/PSOE” se encontrarán con tantos casos como para dejar a Sodoma y Gomorra en metrópolis de la virtud.
Aunque ahora los extremos ideológico-parlamentarios a derecha e izquierda no se toquen, enzarzados como andan en divisiones intestinas, basta mirar a Vox en Valencia capital o en comunidades como Castilla-León o Andalucía; y sensu contrario a lo que otrora fueron los podemitas, defenestrado Errejón, las lideresas Irene Montero y Yolanda Díaz tirándose de la peluquería, y todos/as amenazando con abandonar al PSOE a su suerte, pero sólo de boquilla dado que Pedro Sánchez es el repartidor con manguitos de unos sueldazos que jamás hubiesen soñado en sus anteriores existencias docentes a las órdenes de Pablo Iglesias. Rasputín inteligente que observa desde su mansión en Galapagar como “las chicas” se cuecen en su propia salsa. Tiempo habrá de volver.
Que nuestros gobernantes, o cuando menos algunos-bastantes, persistentemente fueron puteros muy sueltos de bragueta es bien sabido por la Historia. Siempre recuerdo al genial Velázquez llevándose al rey Felipe IV de farra noctívaga madrileña, por no hablar de tanto Borbón ejemplificándolos con el penúltimo don Juan Carlos y la pasta gansa que nos ha costado Corina, en lugar de revertirla al país que lo hizo majestad. Tal parece que, cuando tocan la moqueta del poder, la libido se les pone incontinente, aunque luego se excusen con el desvergonzado dicho clásico: “yo nunca estuve de putas ni pienso volver”. En mi ignorancia, pensaba un servidor que estos “poderosos” por esa incomprensible atracción innata de la que goza el mando en plaza, estaban sobrados de aliviarse sexualmente en mucho tálamo sin previo pago, pero a lo que estamos contemplando prefieren a las “profesionales” alto standing del ramo erótico.
A Pedro Sánchez le van a estar dando leña al mono con las furcias, parece que van a salir otro tanto de consentidas, hasta que convoque elecciones, donde sólo puede ganar en el D'Angelo Palace, pero su capacidad de resistencia es mayor que la de Mesalina, emperatriz y ninfómana, si bien puede estar tranquilo mientras se apoye en el independentismo, pues a estos la golfería madrileña les importa poco (me cuentan que algunos la practica lejos de casa), siempre y cuando obtengan su porción competencial de tarta legisladora.
Quevedo conocía bien el carácter español, sigue estando de actualidad.