Piqué vuelve con sus provocaciones al madridismo e intenta reírse de Casillas tras la Supercopa

El pasado domingo se disputaba, además de la final de la Supercopa de España, la final del mundial de la Kings League, en la que se encontraban Gerard Piqué, como presidente de la competición, e Íker Casillas presidente de su equipo '1K'. La rivalidad entre ambos no se quedó en el campo después de que los dos colgaran sus botas, sino que continúa en la actualidad, dejando piques en redes sociales y pullas cada vez que se encuentran en algún evento.

El exjugador catalán aprovechó la victoria del Fútbol Club Barcelona frente al Real Madrid en la final de la Supercopa de España para mofarse de Íker Casillas, uno de sus máximos rivales cuando era jugador. Piqué, que estaba con el exportero madridista, decidió mostrarle 'la manita', uno de sus gestos más míticos en forma de burla. Tras el clásico entre Barça y Madrid del año 2010, en el que el equipo blaugrana ganó por cinco goles a cero, el entonces defensa del conjunto catalán mostraba a la grada su mano en referencia a los cinco goles que había marcado su equipo, en forma de alarde y provocación a la afición y al equipo rival.

La rivalidad entre Barça y Madrid en el mundo del fútbol, pese ha tener puntos más álgidos y puntos más bajos, siempre ha existido. La hegemonía del Madrid en estos últimos años, sumada a la crisis institucional y deportiva que estaba atravesando el Barça, ha hecho que esta rivalidad existiese, pero en un segundo plano. Parece que ahora está más viva que nunca, sobre todo, después de que el club catalán se hiciese con el título de Supercopa, recordando a etapas pasadas en las que blaugranas y madridistas competían cara a cara por todos los títulos posibles. Ambos equipos están en la lucha por ganar todas las competiciones, tanto nacionales como internacionales.

Crisis institucional pero no deportiva

Piqué y Casillas han hecho a los aficionados volver al pasado y recordar con nostalgia la rivalidad entre Madrid y Barça, pero son los azulgranas los que miran al pasado echando de menos algo más que esa rivalidad. Los aficionados culés quieren volver al pasado, no solo por los resultados deportivos, sino por la tranquilidad institucional, sobre todo después de la polémica del caso Dani Olmo y de los problemas económicos en los que está envuelto el club con Joan Laporta como presidente.