La "hostia con la mano abierta" que suelta Belén Esteban en TVE se la lleva Broncano en toda la cara
La princesa del pueblo quiso ajustar cuentas a costa de su marido y de su vida conyugal (también salió a colación Andrea Janeiro y en su habitual "sí, pero no") y el trago de venganza se le volvió amargo.

Belén Esteban en La Revuelta de David Broncano.
Ya ni con Belén Esteban puede David Broncano imponerse en los audímetros a Pablo Motos en su franja. Atrás quedaron los famosos "belenazos" con los que la princesa del pueblo lograba imponerse a las demás cadenas cada vez que reaparecía de una manera u otra.
De un tiempo a esta parte La Revuelta no logra acercarse a El Hormiguero y este jueves quedó patente con la entrevista a Esteban y María Patiño que en anteriores ocasiones le habían dado el liderazgo del access prime time a TVE frente a Antena 3. De hecho, con Antonio Orozco de invitado Motos logró un 16.6% de share y 2.099.000 espectadores, mientras Broncano hacía un 10.3% y 1.299.000. Y eso que, como siempre, la Patrona volvió a dar un sinfín de momentos icónicos de esos que gustan tanto a sus fans...
Amén de regañar al presentador y ahora compañero de La 1 por no haber ido nunca a su programa mientras que ella lo ha hecho hasta 7 veces, finalmente le instó a prometer que visitaría La Familia de la Tele, el programa que Esteban y Patiño estrenan en TVE el próximo lunes.
Por lo demás y aunque siempre intenta no hacerlo, salió a colación su hija Andrea Janeiro, cuando ella misma aseguró que estaba estudiando un máster en Los Ángeles pero luego cortó a Broncano cuando le preguntó por ello porque "no hablo de mi hija".
De quién sí habló bastante más y hasta le puso un poco en evidencia aunque no es muy amigo de las cámaras fue de su marido Miguel Marcos, presente en el Teatro Príncipe Gran Vía donde se graba La Revuelta y al que las cámaras enfocaron en primerísimo (incómodo) primer plano más de una vez. Y es que Belén Esteban se puso muy íntima y emocionada cuando quiso destacar las tres personas más importantes de su vida: su hija, su madre, y sobre todo su marido, al que conoció en una ambulancia ("la ambulancia del amor", apuntilló Broncano) y le salvó la vida.
Más aún y dirigiéndose a él mientras las cámaras le enfocaban quiso ajustar cuentas con todos los que no daban un duro por ellos al inicio de su relación (por la diferencia de edad y porque ella trabajaba en televisión) y les dedicó una "hostia con la mano abierta".