La maldad y alevosía de Ágatha Ruiz de la Prada: ya hizo con la mujer de su ex lo que ahora con los gitanos
No es la primera vez. Han sido ya unas cuantas. Es su modus operandi cuando se halla en un callejón sin salida. Valiente ante los que ella considera débiles hasta que se encuentra con un fuerte en palabra, derecho y hecho.

Ágatha Ruiz de la Prada y sus "perdones" cuando se topa con un rival que no es tan débil como ella esperaba.
La diseñadora y aristócrata ha vuelto a meter la pata con su clasismo y racismo. Y no aparentemente. Real. Dicho queda. No es la primera vez. Han sido ya unas cuantas. Y al final siempre utiliza lo mismo. Pide perdón. Arrepentimiento. Es su modus operandi cuando se halla en un callejón sin salida. La última de sus intervenciones le ha tocado al mundo gitano. Este pasado fin de semana se sentaba en el programa Fiesta para hablar de su nueva vida. Allí Ágatha Ruiz de la Prada narraba que actualmente vive como “una gitana” porque se encontraba entre dos viviendas. Las críticas se le han echado encima. Motivos no faltan. Y con toda la razón del mundo. Una de las primeras en responder ha sido Lolita Flores. Y la ha dejado enmudecida y a su novio pálido. Un hombre que debería ser mudo por el bien de su pareja y de la humanidad.

Chismógrafo
Trifulca en redes: Ágatha Ruiz de la Prada, “racista” por su comentario sobre los gitanos
David Lozano
Ágatha es peligrosa. En maldad y alevosía. En su camino ha intentado tener varios enemigos pero no ha podido. Le han parado los pies. Uno de ellos fue su exmarido Pedro J. Ramírez. En 2020 ya lo hizo con el padre de sus hijos y su pareja. En aquel momento Ruiz de la Prada arremetió contra su ex y su actual mujer la abogado Cruz Sánchez De Lara en términos despectivos y humillantes. Al tiempo que declaraciones falsas y gratuitas. Fue en marzo de 2020. La diseñadora utiliza los términos feminazi para dirigirse a la pareja del hombre que fue su marido e insinúa enfermedad contagiada a J. Ramirez a raíz del contacto de Sánchez De Lara con el 8M de 2020. En aquel momento España se halla en plena pandemia del Covid 19.
En una entrevista para LOC le preguntaron a la diseñadora si su exmarido se había infectado por el coronavirus y ella respondió: "Si pero ha sido leve. Me imagino que habrá tenido algo que ver la manifestación del 8 de marzo. Ella (su mujer, Cruz Sánchez de Lara) es muy activa en eso, representa a algunas feminazis".
Ruiz de la Prada arremete dura y falsamente hacia su ex y su pareja. Pedro J. Ramírez anuncia acciones legales contra ella. Inmediatamente escribe un comunicado donde recula y rectifica todo lo dicho 48 horas antes en La Otra Crónica de El Mundo. Un comunicado que lee en el programa Sálvame con sus amigos de cabecera y nueva pandilla.

Ágatha y su modus operandi: ya en 2020 hizo con Cruz Sánchez de Lara y Pedro J. Ramírez lo que ahora ha hecho con los gitanos.
Allí deja implícito su perdón. La marquesa del “rencor” tiene que dar la cara por temor a una demanda. Eso le gusta menos. Hablar más. Cruz Sánchez De Lara ni es feminazi ni acudió a ninguna manifestación. Se confundió de protagonistas cuando hablaba ligeramente para el medio. Otra cosa es cuando se le advierte que miente y tiene que reaccionar. Entonces hay menos valentía y más retracto.
El perdón de ahora de Ágatha Ruiz de la Prada es el mismo que hace 4 años con Cruz Sánchez de Lara
El perdón de ahora con los gitanos es el mismo que hace cuatro años con Cruz Sánchez De Lara y su actual pareja. Caballo desbocado que lanza sin piedad cuando no hay miedo. Otra cosa es cuando se le pone el cascabel al gato. Menos sonido y más verdad. Ágatha lo ha vuelto a hacer. Y utiliza a su emisarios tertulianos de pacotilla para defender una vez más una torpeza aristócrata.
Sucederá en otras ocasiones. Esta gente no cambia. Siempre va al límite con quien considera que puede. Valiente ante los que ella considera débiles hasta que se encuentra con un fuerte en palabra, derecho y hecho. Antes fueron Pedro y Cruz. Y ahora han sido los gitanos. Y Lolita. De momento queda corroborado que Cruz Sánchez De Lara no es feminazi. No se puede decir lo mismo en la categoría de racista de Ágatha Ruiz de la Prada. Del novio ni media. Es un esperpento mediático y circense. Y sin bagaje histórico de sagas importantes del corazón en este país. Es fácil tener novio como insinuó la protagonista de la función de teatro Poncia.